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Reencontrarse a través del cuerpo y el movimiento

Llevar la atención al cuerpo para sentirme, reconocerme, estar presente. Atender la respiración y observar el movimiento natural de mi cuerpo vivo. Dejar crecer este pulso con suavidad, escuchándome.
Incorporar todo mi ser, iniciar la danza, danzarme por partes y danzarme completa. Danzar lo que soy y lo que me mueve.

Experimentar nuevas formas de estar y de moverme, sentir el peso y la ligereza, la suavidad y la fuerza, el recogimiento y la expansión,…
Habitar el cuerpo para explorar los ritmos, los espacios de mi ser y de mi alma. Experiencia consciente que me hace comprender, transformar.
Compartir la danza contigo, con el grupo: la alegría de vivir, lo que tenemos en común, y lo que tenemos de diferente. Respetarme, respetarte. Acogerme, acogerte. Sentirme viva y entera.

Te propongo otra mirada…

al cuerpo: escucharlo, cuidarlo, atenderlo.
a la danza: natural y espontánea, bailar y movernos por placer.
a una misma: sin juicio ni expectativas, con una mirada abierta que permite aceptar y transformar, conectar con la autenticidad y la naturalidad de mi ser.
al otro, al grupo (mi espejo): con escucha y respeto, aprendiendo, acompañando, compartiendo.