5-6 noviembre 2011
Asistir al taller de Graciela Figueroa en Bilbao me ha abierto una ventana. He conectado con la alegría, el valor, el amor, la ternura,… y tras el taller, he decidido empezar a formarme en trabajo corporal, porque me nutre, me transforma y conecta con mi forma de expresar, a través del movimiento.
«Canto, amor, humor, música, danza, silencio, movimiento, creatividad, contacto.»